Atardecer.

Hoy me detuve a ver el atardecer.
Eso conllevó a llegar una hora más tarde a mi destino,
Me perdería el último bus y tendría que caminar obligatoriamente, quizás no vería la serie a tiempo y mi cama seguro me extrañaría mucho, pero al estar parada ante la majestuosidad del sol escondiéndose bajo la silueta del lago, fue paralizante. Cuántos años llevo pasando por estas calles y cómo antes no me di cuenta, muchos quizás me tilden de sentimental pero, ¿cómo seguir ignorando esta maravilla?.

Aveces soñamos con ir a sitios que divisamos ante el televisor pero somos incapaces de contemplar lo hermoso que puede ser un cielo despejado, o una noche estrellada y te aseguro que esta experiencia fue como un despertar. Despertar de ese modo automático en el que aveces nos envolvemos.

Entre tantos sentimientos encontrados y un aire de nostalgia que se respiraba en el ambiente recordé que hace ya rato que no me dedicaba tiempo. Tiempo para dejar mi mente en seco y sólo contemplar y disfrutar quizás lo más hermoso que verían mis ojos en mucho tiempo, en este paisaje, que posiblemente es más común de lo que debería, pero definitivamente muy ignorado, para cualquiera sería algo sin importancia pero para mi era cómo la medicina para el alma que no conseguiría en ninguna farmacia.

Aveces siento que la vida se vuelve tan agobiante que no tenemos tiempo de ver las pequeñas joyas que nos rodean, sólo te invito a que hagas la prueba, en mi caso podía sentir intensamente la conexión tan profunda entre el universo y mi ser. Sentirme parte de un todo me hace entender que quizás vemos el mundo de una manera superficial e ignoramos lo esencial, nisiquiera podría afirmar con franqueza que en mi día a día me preste la atención necesaria, no cuido como debería mi cuerpo ni entiendo bien sus necesidades, me empeño en saciar mi gula y mis caprichos.

Me gustaría sentirme más conectada, aunque diciéndolo así es gracioso e incluso irónico aseverar que no estoy conectada conmigo misma. Pero siento que aveces es así, me refiero por ejemplo a que nunca me doy cuenta de que si respiro conscientemente y siento el aire que fluye por mi cuerpo hasta llegar a los pulmones encuentro la vida misma que me recorre y que esta dentro de mi, que es por lo que estoy en pie. Esos pequeños detalles que nos empeñamos en ignorar y que son tan importantes son la clave para descubrirnos. Es bueno reencontrarme, descubrir y redescubrir consecuentemente que todo lo que esta a mi alrededor esta conectado y que de las cosas más simples proviene la verdadera felicidad.

Todo esto en conclusión me hizo una persona más lúcida y consciente, aunque sea un instante, aunque sea por una vez en mucho tiempo, espero poder hacerlo más seguido, apreciar eso y mucho más.

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