Desde siempre he tenido muchos problemas para organizarme, pospongo todo, invento mil excusas rebuscadas para no hacer hasta lo mas fácil. Mi cerebro maquina mucho tiempo las cosas que no quiero hacer y deja de lado las cosas que en definitiva son importantes para mi. Y siempre me he cuestionado por qué me pasa esto, por ejemplo al tener algún proyecto personal, ocurre muy seguido que lo pospongo porque según mi mente «No es un buen día para comenzar» Y yo me pregunto, ¿Cuando sera el día adecuado?; ¿Cuando mi cuerpo este tan agotado por las olas del tiempo que no me pueda ni levantar? o acaso cando alguien mas decida ayudarme porque me siento tan incapaz de creer en mi misma. La respuesta a esto nunca sera fácil, admitir que hemos dejado pasar oportunidades por un falso positivo mas de la mitad de nuestras vidas no es fácil, pero ese pequeño paso es indispensable para avanzar.
No quiero dejar que esta red invisible de apatía me ciegue por mas tiempo, quiero descubrir el éxito luego de muchas gotas de sudor, quiero equivocarme y tener el valor de levantarme las veces que sean necesarias, quiero tan siquiera intentarlo, muchos pensaran que solo hace falta constancia y poco a poco volverlo costumbre y parte de tu día a día, pero yo creo que lo que realmente hace falta es cultivar el autoestima, conseguir sacar esa voluntad que aveces esta escondida pero presente dentro de mi.
El primer paso
Creo que lo mas difícil de todo es dar ese primer paso, el miedo al fracaso toma la batuta y hablo con gran franqueza, porque me he dado cuenta de que no estoy sola en este sentimiento, somos muchos los que nos sentimos de esta manera, como si una fuerza superior nos amputara la iniciativa y quiero ser un portal para iniciar un cambio en los demás, pero aun mas importante un cambio profundo en mi misma. Y es que, inevitablemente este circulo vicioso de procrastinación me hace profundamente infeliz, el arrepentimiento se adueña de mi y es tan patético, tan solo con un conjunto de pequeñas acciones puedo lograr un cambio, poco a poco, sin apuros, pero con la convicción necesaria. Mientras escribo estas palabras mi cerebro me dice «estas escribiendo algo que no cumplirás, rindete» PERO NO. Definitivamente estoy dispuesta a cambiar, cambiar para bien. ser útil, aprovechar cada suspiro mientras pueda.
Nosotros somos los únicos dueños de nuestro destino, tenemos la obligación de ser felices, de re-inventarnos, de no rendirnos, de ayudar a otros a progresar, de dejar que otros nos tiendan una mano, de NO AVERGONZARNOS de nuestro pasado porque esto define lo que somos, y en lo que nos convertiremos.
Espero de corazón, que me acompañen en este cambio. HOY ES UN BUEN DÍA PARA COMENZAR.
Codicilo 